Pulir o Bruñir

Pulir o Bruñir

El bruñido, o pulido, es una técnica que se realiza cuando la arcilla está en estado de consistencia de cuero (firme pero aún húmeda). Consiste en frotar la superficie con herramientas lisas, como piedras pulidas o una cuchara de metal, para comprimir las partículas de arcilla, creando un acabado suave y brillante sin necesidad de esmalte. Esta técnica ha sido utilizada por diversas culturas para fines decorativos y funcionales, y hoy sigue siendo popular en cerámica artesanal y de baja temperatura, como en raku. Además de su valor estético, el bruñido reduce la porosidad, mejora la resistencia superficial y permite acabados brillantes o satinados según el método empleado.

Dato interesante

El bruñido se utilizaba en muchas culturas antiguas, como los griegos y los romanos, para decorar y sellar las superficies de las piezas de cerámica, haciéndolas más resistentes y estéticamente atractivas.

Consejo útil

Bruñe la pieza cuando la arcilla esté en el estado adecuado (consistencia de cuero). Si la pieza está demasiado húmeda, podría deformarse; si está demasiado seca, la superficie podría agrietarse.